Aprovecha los meses de descanso para cuidar(TE) y cuidar tu cuerpo. El Yoga y las posturas que te propongo te ayudarán.

Trabajar un alto número de horas sentados puede provocar dolores en nuestras articulaciones y en nuestros músculos. En muchas ocasiones las sillas no son del todo ergonómicas y no nos facilitan una postura lo más correcta posible.

¿A qué nos lleva esta situación? 

A adoptar posturas que entendemos como cómodas pero que, realmente, son las más perjudiciales para el cuerpo pudiendo acabar en dolor y perjudicando de forma seria nuestra salud corporal con el paso de los días, meses e incluso años si seguimos los mismos hábitos.

El Yoga es una disciplina muy completa que nos facilita una postura corporal mucho más adecuada (a través de las asanas) a la par que nos da conciencia y conocimiento de nuestro propio cuerpo.

¿Qué significa esto?

Significa que practicando Yoga o incorporando a nuestro día a día una serie de asanas, notaremos un alivio muy agradable, una conciencia mayor de nuestro cuerpo (tendencias, debilidades, zonas con mayor tendencia a cargarse por tensión etc…) y una mayor atención en el momento de volver a adoptar la postura a la que estamos acostumbrados.

¿Qué posturas/asanas pueden ayudarnos a aliviar/mejorar nuestra postura corporal?

  • La Pinza de pie (Uttanasana): con esta postura estiramos toda la cadena posterior y relajamos nuestra espalda y cuello. Ayuda a trabajar la movilidad de la cadera, algo muy importante para aquellos que trabajan mucho tiempo sentados.
  • Perro boca abajo (Adho Mukha Svanasana): esta es una postura muy completa porque, además de estirar toda la espalda, glúteos y gemelos, fortalece la musculatura de la espalda, cuello y hombros, lo cual nos reducirá los riesgos de dolores posturales.
  • Gato/Vaca (Marjaryasana): al inhalar vamos estirando vértebra a vértebra nuestra espalda alargándola, y al exhalar nos arqueamos hundiendo nuestro ombligo hacia la espalda consiguiendo una apertura de todas las vértebras. Realizar estos movimientos con conciencia nos permite movilizar todas las vértebras de nuestra espalda.
  • Postura del niño (Balasana): es una postura de descanso muy agradable para relajar toda la zona lumbar. Mucha conciencia en que los glúteos no se separen de nuestros talones y una doble variación. Podemos hacerla con los brazos a los lados de las piernas en reposo absoluto y centrarnos en la respiración o con los brazos estirados obteniendo así, un estiramiento también de los hombros.
  • El Pez (Matsyasana): la postura que adoptamos cuando pasamos mucho tiempo en el ordenador es de nuestro cuello y hombros echados hacia delante. La postura del pez produce una apertura de la caja torácica facilitando la entrada de aire y la contrapostura que hemos adoptado durante el día permitiendo que nuestros hombros y cuello relajen la tensión a la que les hemos sometido en el día.

Practicar estas posturas de manera frecuente hará que tu cuerpo no sufra a nivel muscular y postural. Además, te beneficiarás de todo lo que ofrece la práctica haciéndote más consciente y dueño de tu cuerpo.